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Todos y cada uno de nosotros experimentamos síntomas de ansiedad en algún momento de nuestras vidas. Es un arma de doble filo que, si bien puede ayudarnos a mantenernos alerta y resolver problemas, es sumamente importante mantenerla bajo control para que no se vuelva contraproducente.
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es un mecanismo de defensa que utiliza tu organismo para ponerte alerta. Nos prepara para escenarios que pueden tener un resultado negativo, es adaptativa y es buena. El problema se genera cuando esta ansiedad se convierte en patológica y se manifiesta a un grado demasiado intenso y con gran frecuencia. Lejos de ayudar a adaptarnos, bloquea al individuo y le lleva un resultado peor del deseado, pudiendo comprometer tu salud física y mental. Una ansiedad patológica inclusive puede manifestarse con síntomas físicos como diarrea, eccema, temblores, entre otros. Para no llegar a este punto es muy importante mantenerla bajo control.
Lo primero es que tenemos que hacer para calmar nuestra ansiedad es localizar su origen. ¿Tienes un examen complicado próximamente? ¿Estás pasando una época complicada? ¿Tienes miedo a lo que pueda ocurrir en tu trabajo? Todo ello puede ser la fuente de tu ansiedad.
Una vez hayas localizado el foco, puedes pensar en cómo solucionarlo, si es que eso es posible. Si lo es, manos a la obra. Pero si es un asunto que no puedes cambiar o controlar, tendrás que gestionarlo emocionalmente para aceptarlo con madurez, o simplemente dejarlo pasar.
Si sientes que no puedes mantener tu ansiedad bajo control, te recomendamos acudir con un buen terapeuta para que te ayude a canalizar tus emociones hacia un lugar donde te hagan sentir mejor. No obstante, existen algunas técnicas que puedes aplicar en tu vida para disminuir la ansiedad y mejorar tu calidad de vida.
Aquí te compartimos 5 estrategias que puedes aplicar para reducir y controlar tu ansiedad:
1. Ocupa bien tu tiempo
Disponer de mucho tiempo libre es terrible cuando sufres ansiedad o un estado de ánimo complejo. Ocupar tu tiempo y obligarte a hacer cosas, aunque a veces no te apetezca, te ayuda a distraerte. Y aunque al principio te cueste, te darás cuenta de que hacer algo nuevo te ayuda a no darle vueltas a aquello que te está preocupando. Esta estrategia es una de las mejores terapias para la ansiedad, ya que no solo te despejará la mente, sino que te mostrará que la vida continúa y que los problemas no son eternos. Ocuparte es otra forma de sentirte útil, creativo y motivado a encontrar soluciones. ¡Inténtalo!
2. Cuida el sueño
Uno de los aspectos que más se agrava cuando estamos en una situación de estrés es la dificultad para dormir. Es primordial que lo cuides, porque es un indicador muy importante de tu estado de ánimo, además de tener efectos directos sobre tu atención, memoria y aprendizaje. Si no duermes bien, el día te va a resultar más pesado y difícil de sobrellevar, además de tener una implicación directa en tu humor.
Para cuidar el sueño es importante practicar lo que se denomina como “la higiene del sueño”. La higiene del sueño tiene que ver con todas aquellas actividades que se realizan antes de ir a dormir. Estas son algunas acciones que puedes llevar a cabo para mejorar tu calidad de sueño.
- No fumes o consumas alcohol antes de ir a dormir
- Evita hacer ejercicio aproximadamente unas 4 horas antes de ir a dormir
- Atenúa las luces a medida que se acerca la hora
- No te vayas a dormir más tarde de la hora programada
- Disminuye el uso de las pantallas
- Haz una cena que sea fácil de digerir
- Levántate a la hora programada y no alargues la cama
3. Respira
Respira lentamente unas pocas veces. Podrías inhalar mientras cuentas hasta 4 y exhalar mientras cuentas hasta 6. Puedes usar los dedos para contar cuatro o cinco respiraciones. Respirar varias veces lentamente no hará que la ansiedad desaparezca, pero puede reducirla. Tal vez te ayude a prestar menos atención a las sensaciones y los pensamientos de ansiedad. Puede ayudarte a recomponerte y estar listo para seguir adelante.
4. Muévete, haz ejercicio
El ejercicio físico aporta tantos beneficios para aliviar la ansiedad que hasta los psicólogos lo recetan como parte de la terapia contra la ansiedad y también contra la depresión. Moverte te hace sentir bien porque te ayuda a manejar emociones negativas como la ira o el miedo. Además, aporta otros muchos beneficios: si te ves mejor, te sientes mejor y tu autoestima sube.
5. Comparte lo que sientes
Existe un tabú sobre los trastornos mentales. Da la impresión de que está mal visto expresar una cierta debilidad, explicar que no te encuentras del todo bien y, ¿Sabías que esconderlo puede aumentar los síntomas que sientes? Pues sí, y además puede hacerte sentir culpable.
Por el contrario, es más saludable compartir lo que sientes, expresar tus emociones con franqueza y humildad. Seguro te sorprenderás de la buena acogida que tiene tu sinceridad en otras personas de tu entorno. Ten muy presente que tú no eres la única persona que está pasando por un mal momento, y si eres abierto al respecto, incluso podrías conocer cómo calmar la ansiedad a partir de la experiencia de otros y sus consejos.
No es posible “curar” la ansiedad como tal, sino que es algo que forma parte de la vida de todos nosotros. Pero no siempre tiene que ser igual de molesta, depende de nosotros aprender a trabajar y vivir con ella.
Esperamos que este articulo te haya ayudado a controlar tu ansiedad. Es un proceso que requiere tiempo y paciencia. Comienza con un pequeño paso, cuanto más practiques, mayor capacidad tendrás para manejar tu ansiedad. Recuerda que las crisis no duran para siempre, hay momentos buenos y otros menos buenos.
Por parte de Espacio Psicológico siempre estamos disponibles para ayudarte a controlar tu ansiedad a través de nuestras consultas psicológicas. Te invitamos a conocer más de nosotros en www.espaciopsicologico.mx.
