A los 18 años me fui a trabajar de niñera a Estados Unidos. Las niñas que cuidaba eran adoptadas, desde que la menor de ellas tenía 5 meses comencé a leerle libros que me dio su mamá, en donde les explicaba con mucho amor como fue el proceso de su adopción. Para mí esto era algo muy distinto a lo que veía en mi cultura, por lo que despertó mi interés en temas de emociones y psicología.

​

Fue una experiencia que influyó mucho en la decisión de mi carrera, ya que comencé a darme cuenta del papel tan importante que juega la infancia para el bienestar de las personas.

 

Años después de terminar mi licenciatura en Psicología, decidí viajar a Argentina en donde asistí a cursos interdisciplinarios de Salud Mental. En esa etapa pasaba por momentos difíciles con mis emociones, aun no identificaba el gran trabajo que había por hacer con mi autoestima. Notaba como podía entender perfectamente la teoría, pero llevarla a cabo en la práctica era el gran reto.

​

Fue después de un tiempo viviendo en Ciudad de México que comencé a interesarme por la meditación.

A través de la práctica de respiración consciente y atención plena (mindfulness) notaba muchos beneficios en mi salud física y mental, así que decidí certificarme como Maestra de Meditación con enfoque en Mindfulness.

​

Inicié este certificado buscando únicamente los beneficios de manera personal, pero me enamoré de los resultados y decidí compartir esta poderosa herramienta con más personas. Comencé a dar clases en distintos estudios y también en línea, ya que fue durante el inicio de la pandemia. Hasta la fecha trabajo con empresas que comienzan sus semanas respirando antes de entrar a una junta.

 

Actualmente puedo decir que tengo el enorme placer de dedicarme a lo que más me apasiona: dar terapia y clases de meditación.

Además, estoy cursando una maestría en Psicología Clínica con orientación Cognitivo Conductual.

 

No tengo todo resuelto; soy un ser humano con logros y errores, pero puedo compartirte todas las herramientas avaladas en las que creo y en las que he visto los mejores resultados.

 

Si algo repito mucho a mis pacientes, es la importancia de descartar al psicólogo cuando no hay crecimiento y evolución, pero nunca descartar a la terapia.

 

De lo contrario será siempre un placer verte en mi consultorio.

 

Karina