Iniciar la carrera de Psicología a mis 48 años no fue una decisión fácil. A pesar de ser un objetivo personal de mucho tiempo atrás, sentía miedo y temor; consecuencia de mis creencias limitantes. No obstante,  confié en esa voz interna y me lancé al gran desafío de volver al aula de estudio; hacer tareas, presentaciones, trabajos en equipo y exámenes.

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Cuando me preguntaban: ¿porque psicología? lo primero que se me venía a la mente era la palabra “ayudar”. De alguna manera sabía que como terapeuta podía aportar un beneficio al bienestar integral de las personas a través de la terapia psicológica. Hoy en día entiendo su significado porque lo experimento en mi trabajo diariamente. El poder brindar herramientas a las personas para que puedan activar sus recursos y capacidades, tener más claridad, resignificar traumas pasados y empezar a hacer cambios que los  lleven a tomar mejores decisiones a favor de su salud mental y emocional, así como poder liberar síntomas y sufrimiento en su vida diaria.

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No sabía que el terminar la licenciatura seria solamente el primer paso: la base de mi preparación. Hasta el día de hoy sigo estudiando y capacitándome para  aportar más en este “ayudar” al otro.

 

Desde antes, durante y después de mi carrera he vivido y experimentado  a la par en mi proceso personal, cada técnica, enfoque o teoría que he estudiado. Ésto me ha dado mucha confianza y certeza en mi trabajo.

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Una vez durante una de las terapias en donde yo era el paciente, experimenté una constelación familiar individual con enfoque vincular y quedé impactada con los resultados. Inmediatamente pensé “yo quiero aprender esto”. Así fue como inicié la formación en Constelaciones Familiares. Posteriormente realice la especialidad en terapia individual, que es la que me interesaba realmente, y actualmente estoy estudiando la rueda  de las cuatro direcciones para su integración a la terapia.

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Tomé la certificación básica de terapia EMDR y me sorprendió la manera tan eficiente de descomprimir memorias con resultados extraordinarios en trabajos de trauma.

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Siempre he tenido mucho interés en aprender y seguir aprendiendo sobre la triada pensamiento-emoción-síntoma, así como el funcionamiento del cerebro- mente-cuerpo.

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Tuve la oportunidad de tomar un curso con el Dr. Bessel Van Der Kolk, autor del best seller: ‘’El cuerpo lleva la cuenta’’.

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Adicionalmente tome un taller con Richard Schwartz, fundador del modelo de Sistemas de la Familia Interna, donde aprendí un enfoque eficaz y compasivo para el trabajo de las partes de los pacientes que están atrapados en patrones reactivos que les impiden vivir su mejor vida.

 

Durante este tiempo también realice un diplomado de Terapia Floral, la cual también tiempo atrás ya había experimentado con resultados asombrosos.

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Actualmente estoy por terminar la formación de Terapia Integral Vincular: un enfoque innovador que tiene como objetivo crear un vínculo entre el terapeuta y el paciente a través de un encuentro humano en sintonía y conexión con las necesidades del consultante, donde se propicia la confianza y el espacio seguro  para llevar a cabo un plan de tratamiento con resultados reales y satisfactorios.

 

Encontrar en mi trabajo mi propósito de vida me llena de gratitud el corazón y el alma. Esto me motiva a seguirme nutriendo como persona y como profesional para seguir ayudando y acompañando desde mi mejor lugar.

 

Gracias por la confianza .

 

Dora Alicia